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Recientemente, Biden firmó la ley de Reducción de la Inflación, que si bien trae mucho menos beneficios a «los de abajo» que el plan original llamado «Reconstruir Mejor» (que no prosperó gracias a la actitud vendida de los republicanos y algunos demócratas «moderados«), sí es cierto que nos ayudará con algunas de las cosas que hoy nos agobian, sobre todo en temas de salud, económicos y medioambientales.
Ni tontos ni perezosos, los mercaderes del infortunio humano, enseguida sacaron un video que ha estado circulando por Facebook y otras plataformas donde se afirma lo siguiente:
«El Congreso acaba de aprobar un reciente proyecto de ley para todos los que tengan más de $10,000 de deuda. Puedes sumarte a este nuevo programa que te permitirá pagar todas tus deudas si solicitas este nuevo incentivo aprobado por el Estado. Este programa termina esta semana…». Sólo tienes que visitar una página web e «introducir la cantidad de deuda que tiene y obtener la calificación».
Puedes visitar esta página del Congreso, donde se listan todos los proyectos aprobados y verás que ninguno de ellos está relacionado con un alivio para los que tengan deudas atrasadas de Tarjetas de Crédito, que somos muchos y ahora más, debido a que la subida de precios que hemos venido experimentando en los últimos dos años nos ha dejado, como dice el viejo refrán español, «pidiendo agua por señas«.
Lo único que esos malandros pretenden es saber la situación real en que te encuentras y ofrecerte diferentes «productos» y «servicios«, que por lo general, lejos de aliviar tu situación, te la empeoran. Esto, en muchos países desarrollados está prohibido y es perseguido y castigado. En Estados Unidos, como la mayoría de esas estafas no viene de gente pobre y mal relacionada, sino todo lo contrario, pues pululan por doquier y atrapan a no pocos ingenuos, o a personas tan necesitadas que ven y escuchan solo lo que quieren (o tanto necesitan) ver y escuchar y se convierten en presa fácil de estos depredadores.
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La REALIDAD aquí es que actualmente el Gobierno ofrece ciertos alivios, como algunos que gestiona la Administración de Veteranos y el de la deuda para préstamos estudiantiles de personas que trabajan con el Gobierno, pero hasta ahí. Ten mucho cuidado con esa costumbre tan generalizada en muchos de nosotros: «Yo sé lo que te digo porque a una amiga de mi amiga la ayudaron muchísimo«. Verifica todo antes de caer en una trampa.
Hay ciertas empresas y asesores financieros que ofrecen alivio en el caso de deudas de Tarjetas de Crédito y otros préstamos, pero NO TE COBRAN hasta que de verdad te hayan ayudado a mejorar tu situación, y sobre todo, no te mienten diciéndote que te eliminarán totalmente la deuda, pues eso es casi imposible.
Cuando el agobio pretenda ganarte por tus deudas, hay varios pasos que puedes dar que son mucho más seguros que caer en manos de los infames que lucran con el dolor ajeno:
- Llama al teléfono que aparece en la parte de atrás de tu tarjeta o que viene cada mes con tu Estado de Cuentas, explícales tu situación y pregúntales cómo te pueden ayudar. Casi siempre algo pueden hacer por tí y la mayoría habla español.
- A grandes males grandes soluciones: recorta gastos. Fuera todo lo que no es imprescindible.
- Trata de conseguir un segundo trabajo, o algo que hacer en tus días libres que te ofrezca un ingreso adicional que puedas concentrar completamente en tus deudas.
Y muchos otros que puedes encontrar si haces un análisis serio de tu situación y tus posibilidades.