Cuando el expresidente Donald Trump lanza sus ataques verbales, sus objetivos pueden encontrarse en peligro físico.
Trump declaró, al escuchar cómo el general Mark Milley había intentado proteger al país de él, que esto podría ser motivo para condenar a muerte a Milley por traición.
Ahora, Milley ha respondido diciendo que desearía que el expresidente no hubiera dicho eso, y afirmando que ha tomado las medidas adecuadas para proteger a su familia.
Miley enfatizó que sus esfuerzos durante la administración Trump (incluido contactar a su propio homólogo en China para asegurarle que el gobierno de Estados Unidos estaba estable y no estaba preparando un ataque) fueron para evitar una escalada.
Sin embargo, Trump afirmó que este contacto era inapropiado e introdujo la posibilidad de ahorcamiento, que los aliados del Congreso impulsaron y amplificaron.
Milley, que está a punto de dejar su cargo después de cuatro años como presidente del Estado Mayor Conjunto, también es objeto de un nuevo libro, que describe su mandato, incluido el momento en el que consideró dimitir.
También incluye las cartas de renuncia que redactó antes de decidir que se quedaría y “lucharía desde adentro”. Axios informó:
«Los acontecimientos de las últimas dos semanas me han llevado a hacer un profundo examen de conciencia y ya no puedo apoyar y ejecutar fielmente sus órdenes como Presidente del Estado Mayor Conjunto», escribió Milley en el borrador de la carta obtenido por [los autores Susan Glasser y Peter Baker].
La explosiva respuesta de Trump generó preocupación por la seguridad de Milley. Su influencia sobre sus seguidores y el riesgo de que sus palabras resulten en ataques físicos por parte de sus fanáticos ha quedado bien documentado recientemente en registros judiciales, con órdenes dictadas para impedir que lance ataques similares contra testigos y miembros del jurado.
En su aparición en el programa 60 Minutes de CBS, el general Milley respondió al potencial de violencia diciendo:
“Tengo las precauciones de seguridad adecuadas. Desearía que esos comentarios no se hubieran hecho, pero así fue y tomaremos las medidas apropiadas para garantizar mi seguridad y la de mi familia”.
También dijo que él y otros miembros del ejército estadounidense son leales a la Constitución y la defenderán, ya sea que corra el riesgo de muerte, pérdida de una extremidad y otros peligros del combate, o de amenazas y ataques verbales.