El caso del camionero cubano residente en Estados Unidos, Roger Lázaro Aguilera-Mederos, aún sigue dando de qué hablar.
Ahora supimos que el juez que dirigió el caso contra el mismo en Colorado armó una buena perreta tronó contra el Gobernador del estado, Jared Polis, luego de que este decidiera reducir la injusta pena inicial de prisión de 110 años a 10.
El juez Bruce Jones expuso en una orden escrita divulgada por The Denver Post este miércoles que supo de la conmutación por informes periodísticos. La expectativa que él tenía y lo que sucede usualmente en casos como este, es que si el pedido de reducción de sentencia está en manos de un juez, el gobernador en cuestión espere por una decisión judicial antes de intervenir.
Sin embargo, la decisión de Polis se dio el 30 de diciembre, al menos dos semanas antes de la audiencia pautada por el juez para evaluar una posible reducción de sentencia. Algunos sugieren que esto estuvo motivado porque el Gobernador sabía que si lo dejaba en manos del juez la reducción sería mínima y seguirían las protestas a lo largo y ancho de todo el país, y el boicot parcial de camioneros a la mercancía que debían transportar al estado de Colorado.
Y, por supuesto, el juez cuestionó que el gobernador tomara la decisión antes de que el poder judicial hiciera lo propio y que este tampoco le avisara.
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“La Corte respeta la autoridad del gobernador para hacer esto”, lee el documento de Jones.
“Sin embargo, con base en el tiempo en el que se tomó la decisión, aparentemente, el respeto no es mutuo”, planteó el jurista.
En octubre pasado, Aguilera-Mederos fue hallado culpable de 27 cargos por el accidente en la Interestatal 70, reportado en abril de 2019, que dejó cuatro muertos y varios heridos. El 13 de diciembre, el cubano fue sentenciado a 110 años de prisión con base en las leyes de sentencia aplicables en el estado.
Sin embargo, la condena fue catalogada por decenas de personas como injusta y desproporcionada. El llamado para la liberación del convicto en Change.org, una plataforma de lanzamiento de peticiones, sobrepasó las 5 millones de firmas, convirtiéndose así en la tercera más grande en la plataforma este año.
Es interesante que los cubanos, habitualmente enfrentados por diversas posiciones políticas, se unieron mayoritariamente en el clamor por la justicia, con la excepción de algunos elementos de la ultra derecha cubana, como el payaso que aparece en el video de abajo, que pidieron más severidad:
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En estos momentos, la petición se encuentra en 5 millones 63 mil firmas. La gente ha traído a colación cientos de videos y relatos de casos desafortunados, pero similares a este donde la justicia fue administrada proporcionalmente al hecho y no en base a unas obsoletas leyes de un estado donde cada sentencia debe cumplirse por separado, como si los comisores fueran personas diversas o uno viviera muchas vidas en vez de una sola.
Por su parte, la defensa alegó que se trató de un accidente y que a su cliente le fallaron los frenos del camión en el que transportaba madera.
Luego del revuelo en redes al que se sumaron personalidades como la modelo Kim Kardashian, la fiscal de distrito Alexis King pidió una audiencia de resentencia. Esa vista se suponía que debía realizarse el 13 de enero. Pero, a raíz de la decisión del gobernador, el juez la canceló como parte de la orden del gobernador.
Duane Bailey, cuyo hermano William Bailey murió en el accidente, dijo que familiares de las víctimas se reunieron con Polis y le pidieron que no interviniera.
“Nosotros pensamos que el gobernador se mantendría fuera de la discusión”, declaró Bailey. “Nosotros pensamos que el gobernador estaba muy impaciente. El solo debía esperar dos semanas. Debió haber dejado que el proceso se desarrollara”, puntualizó el pariente.
La pena de las familias que perdieron a sus seres queridos es comprensible, pero la justicia ha de ser administrada en correspondencia con la magnitud de la violación, no con la intensidad del dolor de los dolientes. De lo contrario, en vez de llamarla JUSTICIA, habría que llamarla por muchos otros nombres, uno de ellos quizás, y sólo quizás, pordría ser «ajuste de cuentas racista«, dado el color de la piel del infractor.
Afortunadamente, primó la cordura.
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