Aprovechemos esta oportunidad para analizar todo el proceso de destitución y apreciar verdaderamente el humor detrás de la primera respuesta del presidente Biden a la frívola investigación de «impeachment» (destitución) del Partido Republicano en la Cámara de Representantes.
En primer lugar, bajo ninguna circunstancia —ninguna— Biden superaría un mandato sin algún tipo de cuestión de juicio político.
No, el destino de Biden se decidió después de que Trump fuera acusado por primera vez de extorsionar a una nación extranjera.
Después de eso, el próximo presidente demócrata tendría que lidiar con un juicio político en algún nivel, sin importar qué.
Y no, las pruebas no importarían. Lo sabemos porque McCarthy no nos mostrará ninguna evidencia.
“Él dijo el martes que los republicanos de la Cámara de Representantes descubrieron ‘acusaciones serias y creíbles sobre la conducta del presidente Biden’. En conjunto, estas acusaciones pintan un cuadro de una cultura de corrupción’”.
«Estas son acusaciones de abuso de poder, obstrucción y corrupción y justifican una mayor investigación por parte de la Cámara de Representantes».
Nombren al menos una.
El presidente Biden ha dicho anteriormente que está centrado en otras cosas y que el Partido Republicano inició la investigación de juicio político porque quiere cerrar el gobierno.
Esta es una explicación más que razonable dado que McCarthy va a perder de todos modos en la situación que se avecina y casi seguramente perderá la presidencia de la bancada republicana.
Los republicanos tienen una facción que cree que tienen que llegar a un acuerdo que mantenga abierto el gobierno. Y tienen una facción que quiere un acuerdo que exige demasiado y está dispuesta a cerrar el gobierno.
Debido a una lesión y una renuncia, McCarthy tiene literalmente un margen de dos votos.
Entonces, desde una perspectiva republicana, ahora es el momento de que la palabra “juicio político” circule por los medios de comunicación.
El presidente Biden no ve esto desde una perspectiva republicana y sabe que no tienen ni obtendrán pruebas. (Al menos no unas que lo condenen, cuando a Trump con tantas no lograron condenarlo -pues ya sabes que no creemos que Biden sea «santo«).
Y es por eso que su respuesta cuando se le pregunta sobre las travesuras republicanas fue simplemente perfecta:
«¡Que tengan mucha suerte!»