Dos años después de que los insurrectos que apoyaban a Trump atacaran el Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero , los legisladores demócratas en varios estados están enviando un mensaje novedoso:
“Cualquiera que se involucre en un intento de derrocar al gobierno no debería poder dirigirlo”.
¡Qué novedoso concepto!
Tal vez eso debería ser algo federal para cuando los miembros del Congreso ayuden a los locos civiles de derecha con alguna traición, pero me estoy adelantando aquí.
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“Según ellos, esto fue solo una típica visita turística”
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Hasta el momento, Nueva York, Connecticut y Virginia también han presentado proyectos de ley que pueden variar un poco en su alcance, pero brindan las mismas pautas esenciales en su legislación propuesta, que prohibiría que cualquier persona condenada por “participar en una insurrección ocupe un cargo público o una posición de confianza pública, como convertirse en oficial de policía”.
Los estados optaron por retomar la legislación después del informe final del Comité Selecto de la Cámara de Representantes del 6 de enero, que concluyó que Donald Trump se involucró criminalmente en una conspiración para anular los resultados legales de las elecciones presidenciales de 2020, mismas que perdió y luego se negó a tomar cualquier medida para detener sus seguidores de atacar el Capitolio.
Además de las cuatro referencias penales al DOJ para Trump y su abogado, John Eastman, el Comité del 6 de enero envió referencias de ética a varios republicanos de la Cámara por negarse a cumplir con las citaciones del panel.
Ahora que el Partido Republicano disfruta de una mínima mayoría en la Cámara de Representantes, los demócratas del Senado podrían tomar esas referencias de ética y quizás también seguir los pasos de los estados mediante la introducción de una legislación similar a nivel federal.
Y tal vez podrían darse prisa, porque demasiados republicanos todavía se niegan a ver el intento de detener violentamente la certificación presidencial como una insurrección.
Una mayoría aterradoramente fuerte del Partido Republicano sigue creyendo que el presidente Joe Biden no fue elegido legítimamente, y gracias a los planes del Partido Republicano para embrutecer a Estados Unidos, a los escolares de los estados republicanos se les enseñan diferentes versiones del ataque.
Aquellos que intentaron bloquear la transferencia pacífica del poder el 6 de enero nunca deberían tener ninguna influencia sobre la ley.
¿Podría alguien decirle esto también a nuestro lento e inepto Fiscal General, Merrick Garland, por favor?
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