El hecho de que Twitter haya decidido prohibir la cuenta de Trump resultó ser una gran bendición para todos, excepto para sus fanáticos seguidores del MAGA.
La motivación permanente del ex presidente, de llevar hasta el público cada idea que se le ocurre y todos sus reprensibles pensamientos a través de las redes sociales, supuestamente estaría fuera del alcance del vejete frecuentemente enfurecido.
Para infortunio de todos, no tardó mucho en encontrar la manera de eludir la prohibición de su publicación personal contratando a Liz Harrington como su enlace de prensa para emitir lo que antes eran sus tweets discontinuos en forma de comunicados de prensa formales y publicarlos en la cuenta de ella en Twitter. Su clon femenino (rubia, blanca e indeseable como él) actúa como un amplificador para traernos todas sus porquerías de vuelta..S
Y de esta forma, fué que nos vimos de nuevo inundados de extraños pronunciamientos trumpianos sobre cualquier tema que el ex presidente caído en desgracia tenga atascado en la cavidad donde debe ir el cerebro, lo cual sigue siendo altamente aborrecible, incluso si la frecuencia de las publicaciones ha disminuido significativamente desde el apogeo del dominio de Trump en las redes sociales.
Ayer fue un día particularmente productivo para el ex tipo fuerte en el frente de las comunicaciones, ya que prolíficamente expuso sus últimas quejas para declararlas al mundo.
Trump comenzó su día volviendo a sus favoritos del año pasado: su afirmación falsa y totalmente infundamentada con ningún argumento legítimo, de que solo perdió las elecciones presidenciales de 2020 por siete millones de votos debido a un fraude electoral masivo. Lo que los estadounidenses ya conocemos como «la Gran Mentira«.
Liz Harrington:
¡NUEVO!Presidente Donald J. Trump:
“Es realmente interesante, todo el mundo me quiere en la televisión, obtengo las calificaciones más altas con mucho, necesitan calificaciones para sobrevivir y, sin embargo, puse un desafío para debatirme sobre el fraude electoral masivo, que tuvo lugar en las elecciones presidenciales de 2020 …
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NEW!
President Donald J. Trump:
“It’s really interesting, everybody wants me on television, I get the highest ratings by far, they need ratings to survive, and yet I put out a challenge to debate me about the massive election fraud, which took place in the 2020 Presidential… pic.twitter.com/Re9ahgeKUb
— Liz Harrington (@realLizUSA) November 30, 2021
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Donald enmarcó su último argumento basándose en lo que se conoce como una «falacia lógica«, implicando que debido a que nadie ha aceptado su desafío de debatir con él «sobre el fraude electoral masivo«, es porque de alguna manera le tienen miedo a los «indiscutibles hechos» que él tiene a su disposición.
En la desordenada vorágine de pensamiento de Trump, su condición de «máquina de calificaciones» (rankings) le da la influencia para obligar a la gente a debatir con él, sin darse cuenta de que, por lo general, se trata de individuos cuerdos que no quieren ver su reputación manchada por un debate con un tipo autoritario mentalmente inestable y tener que escuchar y responder a sus desvaríos paranoicos en un foro público.
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Todo tipo de desastres, ya sean naturales o provocados por el hombre, obtienen enormes bonanzas de audiencia para las redes de noticias, pero no se ve a nadie instando a la gente a volar edificios o provocar incendios para generar incendios forestales masivos pensando que obtendrían una gran ventaja publicitaria. (Bueno, cualquiera menos los extremistas de extrema derecha, pero su objetivo es el fascismo en lugar de la ganancia financiera corporativa).
Sin lugar a dudas, lo irrelevante aquí es si de verdad Trump espera ganar cualquier posible debate con evidencia que ha sido rechazada por todos los tribunales del país, ya que la única victoria que le importa a Trump es ser el centro de atención como dicta su narcisismo.
Donald saca más provecho si nadie se toma en serio su propuesta de debate porque así puede afirmar que le tienen miedo a él y a la supuesta verdad que si alguien aceptara su oferta.
Si alguien fuera del propio presidente Biden aceptara el desafío, por ejemplo, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-CA) o el congresista Adam Schiff (D-CA), ¿cuáles crees que son las posibilidades de que Trump no encuentre una excusa para evitar un debate con personas que le superan intelectualmente?
Sin ningún demócrata que se digne a rebajarse para aceptar el desafío de Trump, eso tendrá que seguir siendo una pregunta hipotética.
Mientras tanto, Trump ya se habrá movido hacia una nueva oportunidad de trolling.
Al mostrar una falta fenomenal de conciencia de cómo funciona realmente el gobierno, Trump ha decidido asignar responsabilidad a los demócratas por la serie de recientes invasiones de tiendas minoristas flash mob que han sido fuertemente publicitados y sensacionalizados por los medios de derecha en pos de esos mismos aumentos de audiencia que Trump mencionó en su emisión anterior.
Para curioso asombro de algunos, Trump de alguna manera le da al Partido Demócrata la propiedad de las «ciudades» y muestra una confusión considerable sobre quién puede llamar a la Guardia Nacional, tal vez en una indicación de por qué el apoyo tardó tanto en llegar al Capitolio el 6 de enero.
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Con su propaganda sobre los cierres de tiendas minoristas, que probablemente tienen más que ver con la rentabilidad de una sucursal en particular que con las estadísticas de delitos, Trump está aprovechando nuevamente la división entre la población urbana y el electorado suburbano y rural para tratar de cambiar la conversación nacional. alejarse de los excesos de la violencia policial y el racismo y culpar a los demócratas por ser blandos con el crimen.
Al menos la frase final de Trump suena cierta.
«No es nada creíble».
Eso es prácticamente un hecho para todo lo que figura en cualquiera de los comunicados de prensa de Trump.
Trump puede pensar que todos lo quieren en la televisión, pero la verdad es que una parte considerable de Estados Unidos lo quiere en prisión.