Donald Trump quiso que Fauci fuera el chivo expiatorio de todas sus culpas en el pésimo manejo de la pandemia, pero el buen doctor supo sacudirse siempre y no le dió la oportunidad de fastidiarlo.
Luego, los republicanos lo han estado acosando por todos los medios y vías posibles, en su afán de vengarse del científico por lo mal que hizo quedar a su ignorante y pedante ídolo anaranjado. Los meses pasan y su enojo no se aplaca, por lo que ahora lo quieren crucificar luego de que Fauci dijese que era «perturbador» que una Corte Federal hubiera legislado contra el mandato de usar máscaras para viajar que había sido establecido por los CDC o Centros de Control de Enfermedades, declarando: «Eso no es un asunto judicial«.
Para ellos, eso significa que Fauci y su gente piensan que ellos «están por encima de la ley«. Veamos el tema.
Recientemente, la Jueza de Distrito, Kathryn Kimball Mizelle dictaminó de un plomazo el derribo del mandato de usar máscaras durante los viajes. Luego de ello, Robert Costa, de CBS, preguntó al Dr. Fauci si personalmente estaba de acuerdo o en desacuerdo con la interpretación de un asunto de salud pública por parte de la jueza.
«Bien, estoy en franco desacuerdo», afirmó Fauci. «O sea, ese tipo de cosas deben decidirse como un tema de salud pública por las entidades de salud pública, en este caso, el CDC. Este es un asunto de salud pública, no un asunto judicial».
«Así que, obviamente los CDC tendrán que cumplir la orden de la corte porque es una obligación legal. Pero uno de los problemas que tenemos es que el hecho de que una Corte pueda desautorizar las disposiciones de una entidad calificada como los CDC sienta un precedente perturbador».
A esto, el Representante republicano Dan Bishop respondió en Twitter: «Lo único perturbador aquí es Fauci y los burócratas pensando que están por encima de la ley«.
Resulta que los republicanos que violan constantemente la ley, y que adoran a un ex presidente para el que la ley no vale ni un cacahuate, ahora defienden a capa y espada la facultad de una jueza que seguramente no tiene el más elemental conocimiento científico sanitario para revertir la disposición de una entidad científica mundialmente reconocida.
Fauci no está desconociendo la ley. Está diciendo que en asuntos de alto nivel científico, incluso quienes interpretan y hacen cumplir la ley deben guiarse por las investigaciones, los hallazgos y las disposiciones de la CIENCIA, no de la POLÍTICA sucia y carcomida promovida por los republicanos y esos jueces que están allí no para hacer cumplir la ley, sino para adaptarla y rebajarla a los intereses del segmento más retrógrado y conservador de nuestra sociedad.
Ante tanta ignorancia, tanta maldad y tanta manipulación pública de la salud humana, sólo nos resta decir: «Gracias Dr. Fauci. Gracias por no ceder ante la vileza y la maldad«.
Y, por supuesto, no está demás recordar que un síntoma de las dictaduras es que los políticos toman decisiones que debieran ser patrimonio exclusivo de los expertos. ¿Será que ya somos una dictadura y aún no lo queremos reconocer?