El senador Lindsey Graham (R-SC) testificó durante más de dos horas ante un gran jurado especial del condado de Fulton el martes.
Después de múltiples intentos de bloquear el testimonio, incluido un breve recurso de Ave María de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Graham finalmente se sentó para responder preguntas sobre su papel para ayudar al entonces presidente Trump a anular los resultados de las elecciones de Georgia de 2020.
Después de meses de obstrucciones, en busca de las protecciones otorgadas en virtud de la Cláusula de Debate y Discurso de la Constitución, la saga de testimonios de «lo haré/no lo haré» terminó con la plena cooperación de Graham.
“Hoy, el Senador Graham compareció ante el Gran Jurado Especial del Condado de Fulton durante poco más de dos horas y respondió todas las preguntas. El Senador siente que fue tratado con respeto, profesionalismo y cortesía. Por respeto al proceso del gran jurado, no comentará sobre el contenido de las preguntas”, dijo la oficina de Graham en un comunicado ayer.
La fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, convocó a un gran jurado para investigar el complot del expresidente para revocar los resultados libres y justos de noviembre de 2020, incluida una llamada telefónica que Graham hizo al secretario de Estado Brad Raffensperger, en la que el aliado de Trump «sugirió» que Georgia desechara emitir legalmente boletas en ausencia y por correo.
Graham y su equipo legal han sostenido que la convocatoria se realizó a título oficial, mientras que el senador de Carolina del Sur contemplaba certificar los resultados electorales para el presidente electo Biden.
Graham había argumentado que no debería tener que cumplir con la citación porque está protegido por la cláusula Discurso o Debate de la Constitución, que protege a los legisladores de algunos procedimientos penales o civiles relacionados con sus deberes legislativos, informó CNN.
Los tribunales dictaminaron que Graham no podía ser cuestionado sobre la investigación en la que se embarcó en relación con su decisión de certificar los resultados de las elecciones de 2020. Sin embargo, un tribunal federal de apelaciones señaló que «la coordinación con la campaña de Trump con respecto a sus esfuerzos posteriores a las elecciones en Georgia, las declaraciones públicas sobre las elecciones de 2020 y los esfuerzos para ‘engatusar’ o ‘exhortar’ a los funcionarios electorales de Georgia» no constituían actividad legislativa.
Los detalles del testimonio de Graham aún no se han publicado.