Aunque durante décadas los miembros de la realeza han pretendido ser de sangre azul, ser elegidos de los dioses y estar muy por encima de nosotros, la vida demuestra que son seres humanos igual que otros cualquiera, que por avatares del destino conquistaron o nacieron apegados a un trono.
En su caso, los miembros de la familia real británica han enfrentado duros momentos tras obtener diagnósticos médicos variados. Desde salud mental, hasta desórdenes alimenticios, los integrantes de una de las casas reales más antiguas de Europa han superado diversos obstáculos en términos de salud.
Como todo en esta familia llama tanto la atención, aquí descubrirás las enfermedades que han marcado la vida de estas prominentes figuras.
Princesa Beatrice
Ella es la hija mayor de Sarah Ferguson y el príncipe Andrew. Bea, como la llaman los que bien la quieren, ha lidiado con un diagnóstico de dislexia desde los siete años, una alteración de la capacidad de leer adecuadamente al confundir o alterar el orden de palabras, sílabas o letras.
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En una entrevista de 2021 para el podcast de Giovanna Fletcher, la princesa de York dijo sobre su padecimiento: “Lo veo realmente como un regalo. Creo que los obstáculos de la vida son lo que te hacen ser lo que eres”.
Princesa Eugenie
Y pasamos a la hermana menor de Beatrice, la princesa Eugenie, quien fue diagnosticada con escoliosis cuando era niña, una curvatura en la columna que le hizo someterse a una cirugía a la edad de doce. En redes sociales ella ha compartido imágenes de la cicatriz que tiene en le espalda. Debido a su diagnóstico Eugenie tuvo que darle la bienvenida a su hijo August por medio de césarea en 2021.
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Duquesa Kate
Los tres embarazos de la duquesa de Cambridge no fueron precisamente fáciles, ya que se enfrentó a un diagnóstico de hiperémesis gravídica, una condición que causa vómito severo.
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En 2017 en un evento de caridad, el príncipe William conoció a una mujer llamada Iris Orrell, quien pasó por lo mismo que su esposa. Luego de que ella le preguntara sobre la duquesa, el hijo del príncipe Carlos dijo que las galletas de jengibre le estaban ayudando. Agregó: “Aunque no existe jengibre suficiente para detener lo que le pasa”.
James Middleton
En 2019 el hermano de la duquesa de Cambridge compartió en Instagram una imagen en donde se abrió como nunca sobre haber sido diagnosticado con problemas de depresión en el pasado. Una bella imagen con su adorada mascota canina dice: “Hace dos años llamé a mi médico de cabecera pidiéndole ayuda. Fue la cosa más valiente que he hecho y, sin duda, la que más recompensas me ha dado. Fue un camino difícil, pero esa llamada fue el comienzo de un nuevo capítulo”.
Princesa Diana
En la famosa entrevista que la princesa de Gales concedió para ‘Panorama’ de la BBC, confirmó su diagnóstico de bulimia, así como los terribles momentos que vivió tras la relación extramarital del príncipe Carlos con Camila Parker. Lady Di dijo: “Era una bulimia desenfrenada, un sentimiento de no ser buena en nada y ser inútil y fallar en cualquier dirección”.
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Lady Louise Windsor
La hija de Sophie de Wessex y el príncipe Eduardo comenzó a desarrollar problemas de la vista desde pequeña, específicamente de estrabismo, una condición donde el paciente no puede alinear sus ojos de manera simultánea. Sophie dijo en entrevista para The Sunday Express sobre la condición de su hija: “Los bebés prematuros pueden tenerlo, pues sus ojos son las últimas cosas que se desarrollan en ellos. Pero ahora ella está bien y su vista es perfecta”.
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Príncipe Felipe
El fallecido duque de Edimburgo y pareja de la reina Isabel lidió con problemas cardiacos por gran parte de su vida. En 2021, por ejemplo, fue hospitalizado debido a una condición preexistente en el corazón, informó el palacio de Buckingham en su momento.
Reina Isabel II
Su Majestad, la reina Isabel, tiene más de 90 años y pareciera que el tiempo no pasa en ella. Sin embargo, la monarca ha lidiado con problemas gastrointestinales en más de una ocasión. En 2013, por ejemplo, fue hospitalizada en el Hospital King Edward VII de Londres tras contraer una infección estomacal.
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Sarah Ferguson
Fergie habló sobre cómo lidió con problemas de salud mental en el pasado, los cuales hicieron que deseara tener un desorden alimenticio. Hablando en un podcast con el doctor Vijay Murthy, la expareja del príncipe Andrew recordó: “Nunca logré tener bulimia porque nunca tuve un estado mental que llegara tan lejos, pero siempre quise hacerlo. Mi cuerpo y mi mente estaban ahí, pero no pude enfermar. Lo intenté, desde luego, pero nunca llegué hasta ahí”.
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Príncipe Harry
En un episodio de ‘El Yo Que Ustedes no Pueden Ver’, el hijo de la princesa Diana revela cómo el fallecimiento de su madre le ocasionó problemas de salud mental, que se trasladaron a abuso de sustancias. Harry se abrió como nunca y dijo: “Buscaba beber, tomar drogas. Quería hacer e intentar todo lo que pudiera para dejar de sentirme como me sentía”. Afortunadamente, Harry encontró la ayuda necesaria y salió adelante.
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Todos en la Familia
Y por último, hay una enfermedad que padecen todos: la inutilidad e inservilidad de su existencia como «nobles» de la realeza.
Algunos de ellos han demostrado ser muy buenas personas, otros no tanto y muchos sólo sirven para dar vida a las revistas de cotilleo. Pero incluso lo bueno que pueden hacer lo podrían llevar a cabo igualmente como miembros activos, normales, comunes de la sociedad.
En pleno siglo XXI, con tanta hambre, guerra y destrucción en un planeta que agoniza, lo que menos necesitamos son reyes, príncipes, duques, condes y demás denominaciones de un orden obsoleto, que aún sigue costando muchos millones a los contribuyentes.
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