A inicios de esta semana, celebramos la vida y el enorme legado del líder de los derechos civiles, el Dr. Martin Luther King Jr., lo que nos trajo una avalancha ya tradicional de legisladores y expertos que destilan selectivamente sus complejas y matizadas ideas en citas convenientes, ajenas al contexto, para ajustarlas a cualquier agenda que esperan promover.
Eugene Scott, periodista político del Washington Post, nos advirtió de la repetición de este fenómeno antes del día de MLK en Twitter.
“Me estoy preparando para una serie de citas de MLK el lunes, de personas que han pasado casi todos los días del año pasado luchando contra [la Teoría Crítica de la Raza]”, escribió.
Ni que Nostradamus le hubiera echado una mano, su predicción no tardó en hacerse realidad, gracias al senador republicano Marco Rubio, el mismo patético hombrecillo que una vez fuera ridiculizado por presumir haber sido mencionado por Trump en su Blog.
El senador de Florida, Marco Rubio, se pasó la mayor parte del año 2021 arremetiendo contra la “Teoría Crítica de la Raza (TCR)”, que es un estudio de la historia y la política que ve las fuerzas e instituciones sociales a través de la lente de las personas tradicionalmente marginadas, en especial los negros estadounidenses.
Rubio apoyó, junto con los senadores de extrema derecha Mike Braun y Kevin Cramer, una ley para “prohibir el financiamiento federal para promover conceptos divisivos, como la Teoría Crítica de la Raza”.
La TCR, cuando se emplea, casi siempre forma parte del plan de estudios de la enseñanza superior, pero numerosos legisladores republicanos y figuras de los medios de comunicación han afirmado incorrectamente que la TCR se estaba enseñando en las escuelas públicas a los niños pequeños, lo que ha provocado el frenesí de los padres conservadores.
Los padres enfadados acudieron a las reuniones del consejo escolar para discutir sobre la TRC y las medidas de mitigación del coronavirus.
“‘Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaración de Independencia, estaban firmando un pagaré del que todo estadounidense iba a ser heredero’. Dr. Martin Luther King (1963)”, escribió Rubio en un tuit el día de MLK.
La cita procede del famoso discurso “Yo Tengo un Sueño” del Dr. King, pero un columnista del New York Times señaló que Rubio terminó convenientemente la cita antes de que esta socavara su agenda política.
“Esta nota era una promesa de que todos los hombres, sí, tanto los negros como los blancos, tendrían garantizados los derechos inalienables de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”, escribió la columnista del NYT Jamelle Bouie en respuesta a Rubio, citando la siguiente línea del discurso, la que convenientemente omitió el despreciable Marquito.
“Hoy es obvio que Estados Unidos ha incumplido este pagaré en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En lugar de honrar esta obligación sagrada, Estados Unidos ha dado a su gente de color un cheque sin fondos, un cheque devuelto con la leyenda ‘fondos insuficientes’”, continuaba la cita, extraída del discurso del Dr. King.
Gracias a la legislación respaldada por legisladores como Rubio, los padres enfadados podrían argumentar que cualquier escuela pública que enseñe las partes del discurso del Dr. King que el lamebotas senador decidió no citar estaría violando la ley y, por tanto, se le revocaría el financiamiento federal.
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