El anti-mérito mayor del peor presidente de la historia estadounidense quizás sea, entre muchos otros, la división del país y la incitación al odio. No es algo casual. Es premeditado. No es producto de uno de los arrebatos característicos de Trump. Es parte de una estrategia bien elaborada, bien pensada y planeada para enardecer a sus simpatizantes y difundir el odio.
Fani Willis, la fiscal de distrito de Georgia que investiga si Donald Trump intentó interferir con el resultado de las elecciones de 2020 solicitó protección al FBI después de que el ex presidente arremetiera contra los fiscales que lo investigan.
Ella expresó sus preocupaciones al FBI en una reciente carta, después de que Trump criticara las investigaciones en Nueva York, Georgia y Washington en su mitin del sábado por la noche en las afueras de Houston.
Trump, según la carta de Willis, dijo: “Si estos fiscales radicales, despiadados y racistas hacen algo malo o ilegal, espero que tengamos en este país la protesta más grande que jamás hayamos tenido en Washington, DC, en Nueva York, en Atlanta y en otros lugares, porque nuestro país y nuestras elecciones son corruptas”.
El ex presidente no mencionó a ningún fiscal por su nombre en el mitin, pero conociendo la carencia total de cerebro en los fanáticos del Dios Anaranjado, no es de extrañar que hayan interpretado sus palabras como un llamado a la violencia contra todos los que quieran dañar al Mesías o su misión redentora.
Fani inició una investigación el año pasado para investigar posibles intentos de Trump y sus asociados para influir indebidamente en las elecciones generales de 2020 en Georgia.
Le pidió al FBI “agentes federales y de inteligencia” y una evaluación de riesgos del juzgado del condado, donde se encuentra su oficina, y del centro de gobierno.
“Mi personal y yo no seremos influenciados o intimidados por nadie a medida que avanza esta investigación”, escribió Willis en la carta al FBI.
“Debemos trabajar juntos para mantener la seguridad del público y garantizar que no tengamos una tragedia en Atlanta similar a la que sucedió en el Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero de 2021”, dijo.
La fiscal Willis ha dicho anteriormente que su investigación, entre otras cosas, examinará una llamada telefónica del 2 de enero de 2021 entre Trump y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger.
Trump, en un comunicado a principios de este mes, negó haber actuado mal y dijo que su llamada a Raffensperger fue “perfecta”.