Después de frustrar un intento de última hora de eliminar el lenguaje que exige la aprobación del oleoducto Mountain Valley, el Senado de los EE. UU. aprobó el jueves por la noche una legislación que aumentaría el límite de la deuda y evitaría un incumplimiento.
Pero los republicanos del Congreso se aseguraron de que prevenir una catástrofe económica tuviera un costo significativo para las personas y comunidades vulnerables en la primera línea de la crisis climática, y la Casa Blanca de Biden finalmente accedió a algunas de las demandas de los secuestradores republicanos, negándose a usar su autoridad ejecutiva para seguir pagando las cuentas de la nación. (Con esto se demuestra que Estados Unidos SÍ negocia con terroristas, que es lo que son los políticos republicanos).
La legislación que el Senado aprobó con una votación de 63 a 36 podría poner a 750,000 adultos mayores en riesgo de perder la ayuda federal de nutrición, profundizando la crisis de hambre de la nación. También consagra el fin de la pausa en el pago de préstamos estudiantiles antes de que la Corte Suprema de los EE. UU. se pronuncie sobre el plan de cancelación de la deuda estudiantil de la administración Biden.
Lo más alarmante, desde la perspectiva de los activistas climáticos, son las disposiciones de la medida que debilitan la Ley de Política Ambiental Nacional (NEPA) y aceleran la construcción del oleoducto Mountain Valley, un proyecto de gas fracturado de 300 millas que podría tener el impacto de emisiones de docenas de nuevos plantas eléctricas de carbón.
«Estas disposiciones son una victoria para los contaminadores y los funcionarios electos directo a su bolsillo», dijo Alice Madden, directora política y política de Greenpeace USA.
Según se informa, uno de los principales aliados de la industria de los combustibles fósiles en el Congreso, el senador Joe Manchin (DW.Va.), ayudó a los republicanos a presionar a la Casa Blanca para que incluyera el texto del oleoducto Mountain Valley en la legislación final.
El senador demócrata Tim Kaine de Virginia, un estado por el que pasaría el oleoducto Mountain Valley, presentó una enmienda que tenía como objetivo eliminar el lenguaje de aprobación del oleoducto. Pero su esfuerzo se quedó corto el jueves, con 20 demócratas y dos independientes: Sens. Kyrsten Sinema de Arizona y Angus King de Maine—uniéndose a los republicanos para rechazar la enmienda.
Una enmienda separada del Senador Jeff Merkley (D-Ore.) dirigida a las disposiciones de la NEPA, que permitiría una construcción más rápida de proyectos de combustibles fósiles mediante la imposición de nuevas restricciones en el proceso de revisión ambiental, no obtuvo votación.
«Al votar por un trato sucio que acelera el gasoducto fracturado de Mountain Valley y destripa las leyes ambientales fundamentales, el Congreso traicionó a las personas y al planeta», dijo Collin Rees, gerente del programa de EE. UU. en Oil Change International. «Estas disposiciones, que no tienen ninguna relación con la deuda nacional, convertirán a las comunidades históricamente desatendidas y de justicia ambiental en zonas de sacrificio».
“Aplaudimos a los audaces líderes del Congreso que votaron para despojar al oleoducto Mountain Valley de la Ley de Responsabilidad Fiscal y anteponer a las personas a los contaminadores”, dijo Rees. Este oleoducto no se construirá».
Denali Nalamalapu, directora de comunicaciones de Protect Our Water, Heritage, Rights Coalition, se hizo eco de ese mensaje.
El oleoducto Mountain Valley ha estado involucrado en litigios durante años, retrasando la construcción mientras los propietarios del proyecto luchan por obtener los permisos necesarios para hacer funcionar la infraestructura de gas fracturado a través de vías fluviales y humedales. El mes pasado, como informó Common Dreams , la administración de Biden les dio a los patrocinadores del oleoducto una gran victoria al otorgar la aprobación para que el proyecto cruce el Bosque Nacional Jefferson.
La legislación sobre el techo de la deuda, formalmente titulada Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023, pasaría por encima de la oposición local y nacional al oleoducto y ordenaría a las agencias federales que emitieran todos los permisos necesarios para la finalización del proyecto.
El proyecto de ley, que ahora se dirige al escritorio del presidente Joe Biden, también establece que «ningún tribunal tendrá jurisdicción para revisar cualquier acción tomada» por las agencias federales para despejar el camino para el oleoducto, y cualquier disputa sobre esa disposición estará bajo la «exclusiva jurisdicción» de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia.
“Esto socava profundamente la integridad de nuestro poder judicial”, dijo Merkley el jueves. «Que el Congreso, por ley, traslade un caso judicial de una jurisdicción a otra, para otorgar un favor especial a una corporación poderosa, es fundamentalmente corrupto. Esta es una línea que nunca debemos cruzar».
“El oleoducto en sí mismo es un asalto contra un planeta sostenible”, agregó el senador. «Debemos reconocer que el gas fósil es tan dañino como el carbón. Pretender lo contrario nos lleva a una catástrofe climática».
A raíz de la votación del jueves, los defensores del clima están planeando un mitin el 8 de junio frente a la Casa Blanca para exigir que Biden haga todo lo que esté a su alcance para detener el oleoducto Mountain Valley.
“Al respaldar el Trato Sucio de Manchin, la administración Biden ha señalado que está dispuesta a sacrificar a los Apalaches para su propio beneficio político”, dijeron los organizadores. “Este es el oleoducto de Biden. Puede detener a MVP al igual que detuvo a Keystone XL. Puede reclamar su legado climático al detener todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles”.
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Este artículo se publicó originalmente por Jake Johnson en CommonDreams.org
Foto de Portada del artículo original, por Craig Hudson for The Washington Post via Getty Images
