La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, invitó al presidente Joe Biden a una sesión conjunta del Congreso el 1 de marzo en la que dará el discurso anual del presidente del Estado de la Unión.
Pelosi solicitó la asistencia de Biden a la sesión conjunta anual en una carta el viernes agradeciéndole por su “visión audaz y liderazgo patriótico”, que la oradora atribuyó por guiar a Estados Unidos “fuera de la crisis y hacia una era de gran progreso”.
“Con ese espíritu, le escribo para invitarlo a dirigirse a una sesión conjunta del Congreso el martes 1 de marzo para compartir su visión del Estado de la Unión”, escribió.
El mensaje anual del presidente al Congreso cumple una obligación establecida en el artículo II, sección 3 de la Constitución de los Estados Unidos, que establece que el presidente “eventualmente dará al Congreso información sobre el Estado de la Unión y recomendará a su consideración las medidas que considere necesarias y oportunas”.
La tradición de un discurso en una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado se remonta a la administración de George Washington, quien recitó el primer discurso de este tipo en enero de 1790.
Pero el tercer presidente, Thomas Jefferson, suspendió la práctica, que comparó desfavorablemente con el Discurso anual del Trono del monarca británico, y en su lugar comenzó a enviar un mensaje escrito anual al Congreso.
En 1933, el entonces presidente Woodrow Wilson revivió la tradición de un discurso en persona, que cada uno de sus sucesores ha mantenido con la excepción del 39.º presidente Jimmy Carter, quien en 1981 envió al Congreso un mensaje escrito pocos días antes del final de su mandato.
Debido a que el presidente es parte de la rama ejecutiva del gobierno de los Estados Unidos, se le debe invitar a hablar en la sesión conjunta anual.
Si bien esa invitación se ha ofrecido sin incidentes, hubo una excepción reciente en 2019 cuando Pelosi canceló la invitación del entonces presidente Donald Trump para hablar porque su discurso habría tenido lugar en medio de lo que se convirtió en el cierre del gobierno de EE.UU. más largo de la historia.
Trump finalmente pronunció su mensaje anual el 5 de febrero, aproximadamente una semana después de la fecha establecida en su invitación anterior.
