La juventud del mundo está en un enorme limbo de frustración y una abismal carencia de cosas, causas y personas en qué creer. Es fácil culparles. Decir que son frívolos, que nada les importa, que no respetan tradiciones y valores.
Es fácil echarles la culpa cuando los verdaderos culpables somos todos los demás. Los que ya no entramos en la definición de «JÓVENES«. Nosotros, los que simplemente les HEMOS FALLADO.
Les fallamos NOSOTROS, LOS LÍDERES RELIGIOSOS, de todas las denominaciones de origen. Les aseguramos que nuestros Dioses (casi 4,500 en todo el mundo) se ocuparían de ellos. Sólo tenían que orar, ser buenos y cumplir con los mandamientos o las leyes de cada religión para que fueran beneficiados por la justicia divina. Llevamos más de 3,000 años, predicando lo mismo. ¿No tienen derecho a estar hartos de nuestras prédicas vacías, nuestros santos ausentes y nuestro apoyo a los poderosos?
Les fallamos NOSOTROS, LOS PALADÍNES DEL CAPITALISMO que se presentó como más poderoso y más redentor que los 4,500 dioses, pero que al priorizar nuestra insaciable avaricia por encima de valores y opciones, les cercenamos cada vez más las oportunidades a las nuevas generaciones. Hoy quizás tengan más cosas materiales, pero son mucho más pobres que sus padres y abuelos. Hoy están mucho más lejos de nosotros, los capos, los fuertes, los elegidos de los Dioses.
Les fallamos NOSOTROS, LOS LIBERALES y DEMÓCRATAS, pues les prometimos alternativas y les hemos dado pura retórica llena de cambios graduales, reformas cosméticas y «moderados» ataques al infinito poder de los Dioses de Wall Street. Somos quizás peor que los otros, pues cada vez que tomamos el poder, con la ayuda imprescindible de los jóvenes, les llenamos de esperanza, les hacemos creer que «Sí se Puede«, que nuestro credo es «el Cambio«, cuando en realidad cuidamos tanto el status quo, que cuando nos echan a patadas del trono, dejamos el camino abierto a dictaduras y fascismos modernos.
Les fallamos NOSOTROS, LOS COMUNISTAS, SOCIALISTAS y REVOLUCIONARIOS del mundo pues sabiendo que tenemos no la solución perfecta, pero sí LA LLAVE hacia un mundo mejor, nos dejamos tomar la delantera por los malafos del capitalismo salvaje y los extremistas religiosos, y embadurnamos los caminos de mucha mierda, de nepotismos y compadrismos, y de turbios intereses personales que demeritan las buenas intenciones… y en vez de concentrarnos en las causas que deberían unirnos, nos desgastamos en pírricas disputas internas, en quienes somos más «revolucionariamente puros» o más «acérrimos defensores» de la ideología de manuales y discursos.
Sí leyendo esto consideras que tú no estás entre quienes les hemos fallado a los jóvenes, entonces quizás seas uno o una de las pocas excepciones. O bien, como tantos, no tienes la más prostibularia idea de la realidad en que vivimos.
Quien firma estas líneas ya peina muchas canas, pero también está harto. De MI MISMO, por haberles fallado tanto a mis hijos y a los hijos de todos, y de los CANALLAS que menciono arriba porque siguen triunfando en su «encomiable» misión de seguir fallando ellos y ayudarnos a fallar a nosotros.
Por eso les dejo con esta valiente joven y este maravilloso poema que está conmoviendo el mundo. Ojalá y después de la conmoción pasemos a la acción. Gracias, gracias a quienes aún en medio de tanta porquería no pierden la esperanza. A los que siguen soñando con GANAR.
@maritaconi64 #libertad ♬ sonido original – Marita Coni
