Progresistas de todo el mundo aplaudieron el viernes cuando el ex estudiante activista Gabriel Boric asumió como nuevo presidente de Chile, marcando el cambio más profundo en la dirección política de la nación andina desde la restauración de la democracia y el fin de una dictadura militar respaldada por Estados Unidos hace tres décadas.

«Ante el pueblo y los pueblos de Chile les prometo«, dijo Boric durante su ceremonia de juramentación en el Congreso de Valparaíso, «sepan que vamos a hacer todo lo posible para estar a la altura de los desafíos que enfrentamos como país«.

Los invitados a la inauguración de Boric incluyeron un representante de cada uno de los pueblos indígenas de Chile, activistas chilenos, incluido Gustavo Gatica , quien quedó ciego después de recibir un disparo en la cara durante una protesta social de Estallido en 2019 contra la desigualdad, así como dignatarios extranjeros como la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff y el exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn.

Hablando en nombre del Proyecto de Paz y Justicia que fundó, Corbyn le deseó a Boric «todo lo mejor y todo nuestro apoyo y solidaridad«, y agregó que el nuevo presidente «tiene una enorme tarea para sanar las heridas del pasado, cerrar la brecha entre los más ricos y los más pobres, y dar esperanza a la próxima generación«.

Peace and Justice Project:
“@gabrielboric tiene una enorme tarea para sanar las heridas del pasado, cerrar la brecha entre los más ricos y los más pobres y dar esperanza a la próxima generación”.

Mensaje de apoyo y solidaridad de @jeremycorbyn para el nuevo presidente de Chile.

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A los 36 años, Boric, un socialista democrático que se postuló con una plataforma de amplias reformas progresistas, es el presidente chileno más joven de la historia. Fue una de las principales figuras en las protestas estudiantiles de 2011-13 contra las desigualdades educativas y sociales.

Posteriormente, Boric fue elegido dos veces para la Cámara de Diputados nacional en representación de Magallanes, la región antártica chilena, y emergió como un destacado defensor de la reforma constitucional durante el levantamiento social de Estallido, que comenzó en 2019 por un aumento en las tarifas del metro en Santiago y fue violentamente reprimido bajo el expresidente de derecha Sebastián Piñera, un empresario multimillonario.

Boric derrotó decisivamente a José Antonio Kast—jefe del Partido Republicano de extrema derecha y expartidario del general Augusto Pinochet, dictador militar respaldado por Estados Unidos durante mucho tiempo—en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del año pasado. Kast, hijo de un oficial militar nazi alemán, se postuló con una plataforma económica neoliberal, de orden público y antiinmigrante, y también se opone al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Con 14 mujeres entre sus 24 ministros, el de Boric será el primer gabinete mayoritariamente femenino en la historia del hemisferio occidental. Sus miembros incluirán a la ministra de Defensa, Maya Fernández Allende, nieta de Salvador Allende, el presidente marxista elegido democráticamente que se suicidó después de ser depuesto en el golpe de Estado de 1973 respaldado por Estados Unidos que llevó al poder a Pinochet, y la ministra de Deportes, Alexandra Benado, y el ministro de Educación, Marco. Antonio Ávila, los primeros funcionarios de gabinete abiertamente LGBTQ+ en la historia de Chile.

AJ+:
El ex estudiante activista #GabrielBoric asumió como el presidente más joven de la historia de Chile.

Más de 30 años después del fin de la dictadura respaldada por Estados Unidos, Chile podría tener una nueva constitución.

Así es como los movimientos sociales hicieron que todo sucediera.

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Marigen Vargas, una mujer de 62 años que viajó toda la noche para asistir a la toma de posesión del viernes, dijo a Reuters que Boric «me recuerda a Allende, pero espero que tenga un final más feliz. Queremos un Chile más unido, más feliz«.

Boric ha prometido ser un presidente «de todos los chilenos» mientras trabaja para expandir y mejorar el estado de bienestar y combatir la desigualdad en una nación donde el 1% más rico de la población posee más de una cuarta parte de toda la riqueza. La reforma constitucional —en un plebiscito de 2020, el 78% de los votantes chilenos aprobaron una reescritura constitucional— tendrá una gran importancia en su administración.

«Es imposible separar la victoria de Boric del proceso constitucional», escribe el activista socialdemócrata estadounidense David Duhalde. «Muchos votaron por él para preservar el proceso iniciado por el Estallido social. Si Kast hubiera ganado, no habría podido detener la redacción, pero podría haber usado el púlpito de la presidencia para presionar por un voto ‘no’ en el referéndum nacional para aceptar o rechazar la sustitución”.

El rumbo del nuevo gobierno quedó patente en su primer acto oficial: la desestimación de 139 demandas que el gobierno de Piñera había iniciado contra manifestantes acusados ​​de violar la Ley de Seguridad del Estado de la época de la dictadura durante el Estallido social.

En un comunicado, la ministra de Justicia, Marcela Ríos, y la ministra del Interior y Seguridad Pública, Izkia Siches, explicaron que la nueva administración busca que la ley de seguridad “no sea utilizada para una persecución injusta y desproporcionada”.

Los ministros también se comprometieron a iniciar el proceso de determinación de reparaciones «para las víctimas de violaciones de derechos humanos«.

Luis Maira, un exdiputado federal de izquierda de 81 años obligado a exiliarse durante el régimen de Pinochet y mentor de Boric, dijo a The Guardian que «esta es la mejor generación de jóvenes políticos que ha tenido Chile en 50 años«.

«Sin lugar a dudas», agregó, «Boric nos está llevando a un nuevo capítulo de la historia de Chile».

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Este artículo se publicó originalmente por BRETT WILKINS en CommonDreams.org

Foto de Portada del artículo original, por Vanessa Rubilar Quintana/Anadolu Agency via Getty Images