En su clásico estilo de primero generar expectativas y valorar las reacciones que provoca, el ex presidente Trump aún no lanza su campaña oficialmente hacia el 2024, pero en su reciente mitin en Arizona sonó como si ya estuviera en ese ánimo y reforzó sus críticas contra el presidente Joe Biden, prometiendo una “ola roja” en las elecciones intermedias de noviembre próximo.
“Una gran ola roja comenzará aquí mismo en Arizona”, dijo Trump. “Este es el año en que recuperamos la Cámara, este es el año en que recuperamos el Senado y este es el año en que recuperamos a Estados Unidos”.
Según un reporte del Daily Mail, el ex presidente ha recaudado $115 millones de dólares para su campaña, la cual no ha lanzado oficialmente, pero en su evento en Florence, Arizona, volvió a hablar de su poder de convocatoria.
“Competí dos veces y ganamos dos veces”, dijo, asumiendo como verdadero el falso resultado que afirma que tuvo en 2020 con sus teorías de fraude. “Esta multitud es un símbolo masivo de lo que sucedió, porque la gente está hambrienta de la verdad. Quieren recuperar su país”.
El republicano tiene importante respaldo entre los votantes de su partido, pues el 54 por ciento apoya su posible candidatura en 2024, muy lejos del 11 por ciento que apoya al gobernador de Florida, Ron DeSantis, y del 8 por ciento que respalda al ex vicepresidente Mike Pence, según una encuesta de Reuters/Ipsos, la primera publicada este año.
Trump aprovechó su audicencia y abordó la pandemia de coronavirus, la economía, la política exterior y el crimen, pero con un objetivo claro: criticar a los demócratas y al presidente Biden.
“Son incompetentes, en realidad”, dijo Trump, quien destacó su eslogan Save America (“Salvar a Estados Unidos”). “El país está siendo destruido”
Un enardecido Anaranjado citó el aumento de la inflación y la retirada del Ejército estadounidense de Afganistán, así como la relación con China y Rusia.
“Biden ha humillado por completo a nuestra nación”, afirmó y agregó que ni China ni rusia “respetan” o “temen” a EE.UU.
Calificó la respuesta de COVID-19 como un desastre, lanzando críticas a los mandatos de vacunas —recientemente bloqueados por la Corte Suprema— y la escasez de pruebas, aunque la Administración Biden tiene un plan de más de mil millones para distribuir en forma gratuita.
“Estoy orgulloso de haber sido el presidente anti-mandato”, afirmó Trump, aunque durante su presidencia la pandemia azotó al país sin piedad. “Le dimos a Biden todas las herramientas que pudiera desear”.
El ex presidente también criticó este sábado la investigación de la Cámara de Representantes por la insurrección del 6 de enero de 2021 por parte de sus seguidores.
Arizona fue una de las entidades donde Trump peridó ante Biden en 2020, donde incluso el Partido Republicano ordenó una auditoria de los resultados en el condado de Maricopa, pero cuyo resultado no sólo echó por la borda teorías de fraude, sino que encontró más votos para el demócrata.
Sin embargo, Trump volvió a afirmar que la elección le fue “robada” en Arizona. Ninguna certificación legal le parece suficiente.
“Me encanta Arizona. Tuvimos una tremenda victoria en Arizona que nos fue arrebatada”, afirmó.
Quienes conocen bien a Trump, o sea, la gran mayoría de este país, sabemos que está preparando el lanzamiento de su Campaña 2024, sobre fundamentos de división y odio aún peor que en el 2016 y exagerando al máximo su posición de Mecías, de «Salvador» de la nación. El hecho de que más de la mitad de los Republicanos del país lo apoyen es preocupante: en segundo lugar porque acostumbran a donar mucho más que los demócratas, y en primer lugar porque salen a votar en mayor número que nosotros. Las conclusiones son obvias.
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