Uno de los síntomas de la podredumbre de una sociedad es su capacidad para premiar las peores conductas y exaltar los peores valores. Si alguien duda que Estados Unidos ha llegado a un estado tal de putrefacción que el hedor traspasa las fronteras de nuestro país y nuestro continente, pues que lea la breve historia a continuación.
Ahora resulta que el deshonrado ex presidente Donald Trump ha encontrado otra forma de sacar provecho de su presidencia, ya que ahora es el principal «orador motivacional» en el » American Freedom Tour (AFT)» (el Tour Estadounidense de la Libertad) .
Las entradas para asistir a los eventos de tipo mitin político oscilan entre $9 y más de $4,000, dependiendo de cuánto tiempo desees con Trump y sus secuaces, según un informe exclusivo de Axios.
El boleto menos costoso permite que los espectadores ingresen a una sala de conferencias donde pueden ver el evento en un televisor. El boleto más caro le da al comprador una mesa redonda y una sesión de fotos con el ex presidente, asientos privilegiados directamente frente al escenario y oportunidades para codearse con el ex Sec. de Estado Mike Pompeo, el ex asesor de Trump Dinesh D’Souza y con el mismísimo hijito de papá, Donald Trump, Jr.
Los eventos son privados y el próximo está programado para el sábado 14 de mayo en Austin.
Las apariciones de Trump son esencialmente una forma de permanecer en el ojo público, promover su agenda MAGA y conseguir que alguien más le pague para hacerlo. AFT fue fundada por Chris Widener, un veterano de la lucrativa industria de los oradores motivacionales. Le dijo a Axios que «a la mayoría de nuestros oradores se les paga un honorario por el evento«, pero se negó a revelar la tarifa de Trump.
Widener dijo: «El American Freedom Tour no es un evento alineado con los republicanos ni una operación alineada con Trump«.
Pero, agregó, «tanto el presidente Trump como Donald Trump Jr. son oradores increíbles y estamos felices de tenerlos en nuestra gira«.
El mensaje de la gira, dice, es «Fe, familia, finanzas y libertad«, lo cual por supuesto que está muy acorde con la naturaleza tanto del viejo Donald como de su infame vástago.