Desde que triunfó la Revolución Socialista de Octubre en 1917, Estados Unidos ha invertido billones de dólares y millones de horas de propaganda en denigrar al gigante euroasiático para impedir que el ejemplo de un estado de los trabajadores y para los trabajadores impactara positivamente el mundo. Esta labor ba desde las más finas estrategias de inteligencia, hasta las burdas películas donde todos los rusos son asesinos de la KGB y los agentes estadounidenses son paladines de la libertad y la democracia, dispuestos a dar su vida por proteger al mundo.
Y por supuesto, burlarse de los rusos por todas las vías posibles, es uno de los deportes nacionales preferidos al Norte del Río Bravo. El caso es que no conocen el fino humor ruso, ese mismo que ahora les está devolviendo el golpe. Los medios estatales rusos han comenzado a burlarse de Estados Unidos por la búsqueda de documentos clasificados por parte del FBI en la propiedad Mar-a-Lago de Donald Trump.
El reconocido presentador ruso Evgeny Popov se burló de EEUU poco después de que el juez magistrado Bruce Reinhart revelara la orden de registro de Mar-a-Lago, insinuando que, si los documentos estaban relacionados con armas nucleares, entonces Estados Unidos había llegado demasiado tarde.
Como una de las «anclas» del canal de televisión estatal Russia 1, Popov se burló al aire de la requisa en la propiedad del engendro Naranja:
“Resulta que la investigación contra Trump tiene que ver con los documentos secretos de la Casa Blanca, relacionados con el desarrollo de nuevas armas nucleares por parte de Estados Unidos”, dijo Popov.
“El FBI no dice qué tipo de armas o qué encontraron en la propiedad de Trump. Obviamente, si había documentos importantes, los hemos estado estudiando en Moscú durante ya un tiempo”, continuó Popov. «¿Cuál es el punto de seguir buscando?»
La columnista de The Daily Beast, Julia Davis, compartió el clip en Twitter el viernes por la noche:
Julia Davis:
Mientras tanto, en Rusia: los portavoces de Putin en la televisión estatal se burlan de Estados Unidos sobre los documentos «ultrasecretos» buscados durante el allanamiento de los bienes de Trump, que afirman que tenían que ver con las armas nucleares más nuevas desarrolladas por los EE. UU. e insinúan alegremente que Moscú ya pudo verlos.
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Meanwhile in Russia: Putin’s mouthpieces on state TV are taunting America about «Top Secret» documents sought during the raid of Trump’s estate, which they claim had to do with the newest nuclear weapons developed by the US and gleefully imply that Moscow already got to see them. pic.twitter.com/hmmphB4Utf
— Julia Davis (@JuliaDavisNews) August 13, 2022
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Los comentarios de Popov bien podrían ser un intento de convertir a Estados Unidos en hazmerreír del mundo, uno de los pasatiempos favoritos (¡y con toda lógica!) de la televisión rusa últimamente (en respuesta a nuestra constante obsesión por atacar a Rusia, denigrar a Rusia, burlarnos de Rusia y ponerlos siempre como los MALOS, miuentras nosotros somos los BUENOS), pero el asunto y sus comentarios no deben tomarse con menos seriedad.
The Washington Post informó el jueves que la búsqueda del FBI en Mar-A-Lago el lunes pasado estuvo relacionada con documentos clasificados sobre armas nucleares. Se incautaron once cajas en la búsqueda, que van desde ultrasecretas hasta confidenciales, el nivel clasificado más bajo.
Pero la apertura de la orden el viernes, a pedido del Departamento de Justicia y con la decisión de Trump de no oponerse, reveló una amenaza potencial aún mayor para la seguridad nacional cuando Politico , que había recibido una copia de la orden antes de su publicación, informó que la investigación federal sobre Donald Trump fue por una posible violación de la Ley de Espionaje, que:
“Proscribe la retención no autorizada de información de seguridad nacional que podría dañar a los Estados Unidos o ayudar a un adversario extranjero”, como establece la legislación.
Ya sea que haya o no verdad detrás de las afirmaciones de Evgeny Popov de que Rusia ya ha visto los documentos clasificados, esto ha hecho sonar las alarmas.
Después de todo lo que Trump estuvo haciendo durante cuatro años, después de una vida de intriga, traición y deslealtades, sea con Rusia o con otros «mejores postores» no podemos permitirnos tomar esta posibilidad de espionaje a la ligera. Una traición de tal magnitud sería extraña, cuando menos, para cualquier otro ex Presidente de Estados Unidos. Para Trump es algo que se aviene muy bien con su personalidad y su hoja de vida.