Durante toda nuestra existencia cometemos muchos errores, algunos grandes y otros pequeños, pero quizás el más grande, o entre los que más nos afectan, entre los que más nos impiden vivir una vida más plena y hacer felices a los demás, está el pensar QUE TENEMOS TIEMPO DE SOBRA.

Desde pequeños escuchamos frases como «tenemos todo el tiempo del mundo» o «hay más tiempo que vida«, pero NO es así. Hay más tiempo que vida en general, pero la vida de cada persona tiene un tiempo finito, limitado por los años que vamos a vivir. Y NO, no tenemos todo el tiempo del mundo, sino solo el que nos fuera asignado por Dios, el destino o la naturaleza, según las creencias y vivencias de cada quien.

Cada día que vivas, tienes sólo 24 horas, 1,440 minutos y 84,400 segundos. Tu tiempo está limitado a 365.25 días por año (por una distribución convencional que se hace tomando en cuenta los años bisiestos) y si tienes la suerte de vivir hasta los 80 años, podrás disponer de 29,220 días, 701,280 horas, 42.1 millones de minutos y poco más de 2,500 millones de segundos.

Pero tienes que tener en cuenta que duermes como promedio cada día 8 horas, por lo que todas esas cifras reducen en un tercio tu «tiempo útil«, y así, si vives 80 años, tendrás a tu disposición 467 mil horas, 28 millones de minutos y casi 1,700 millones de segundos. Si tomas en cuenta los años de la infancia y adolescencia, más el tiempo que obligatoriamente se pierde por múltiples razones, pues tus cantidades disminuyen aún más.

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Aún así, puede parecerte mucho, pero no lo es. Toma en cuenta que cada día que pasa estás «invirtiendo» 1,440 minutos y 86,400 segundos de tu mayor capital. Un capital, por cierto, en extremo perecedero, pues:

podrás optimizar el uso de tu tiempo mañana, pero jamás recuperarás los minutos que pierdas hoy. Hagas lo que hagas, tu día mañana será de 1,440 minutos y ni uno más.

Y vamos aún más allá, todo depende de la edad que tengas cuando estés leyendo este breve ensayo: si tienes 50 años y aspiras llegar a 80, al quedarte 30 años (menos el tercio de ellos que pasas durmiendo), pues tu «capital principal de vida» se reduce a aproximadamente 7 mil días, 175 mil horas, 10.5 millones de minutos y 631 millones de segundos.

Pero fíjate bien en esto: cada 17 días que pasen tendrás 1 millón menos de segundos «útiles» a tu alcance, por lo que esa cifra que tan grande te parece, también disminuye de forma acelerada.

ENTONCES, si has prestado atención a las cifras, podrás darte cuenta que no tienes todo el tiempo del mundo, que tienes una cantidad limitada del mismo y que el uso que des a cada segundo, minuto, hora o día de tu vida es lo que hace que valga la pena, y lo que te distingue como «inversor» inteligente de vida.

Quizás ahora entiendas mejor a aquellos que te invitan a agradecer a la vida por cada minuto transcurrido; a no dejar pasar mucho tiempo sin decir a tus seres queridos cuanto los amas y necesitas; a aprovechar de verdad ese capital de vida del que dispones para aprender, enseñar, trabajar, disfrutar y, por supuesto, dejar una huella, un legado que a tí puede parecer poco, pero que seguramente otros sabrán apreciar.

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NOTA. Si quieres jugar un poco con estos números tomando en cuenta tu edad actual, puedes ir a ConverLIVE y determinar la magnitud de tu capital de acuerdo al tiempo que aún pienses te queda por vivir.