Los Trumpistas, engañados y falsamente seguros de que los mexicanos vienen a este país a quitarles sus oportunidades de trabajo, con mucha frecuencia hablan de los mexicanos en un tono despectivo, denigran su inteligencia y se ríen de su «carencia» de capacidades intelectuales.

Toda persona normal, con dos dedos de frente, sabe que eso no es más que una estupidez colosal, o lo que es lo mismo, una aberración trumpista. Por eso, debe dolerles mucho esta reciente comunicación de uno de los más famosos sitios web de la Ciudad de México, acerca de que en la alcaldía de Tlahuac vive una niña genio, con el IQ más alto que el de Albert Einstein, que inicialmente sufría las burlas de sus compañeros de clase y los regaños de sus maestros, pero que ahora se ha convertido en una gran promesa para su familia y su país.

Según el mencionado sitio web en este artículo: (las negrillas son de los autores originales)

Los maestros de Dhara Pérez afirman que se quedaba dormida en clase y que pocas veces tenía ánimos para estudiar. A los ocho años se quedaba dormida, porque sabía más de álgebra y de la tabla periódica, que quizá, los propios maestros.

Sus compañeros de clase la llamaban “rara” y los maestros pensaban que la niña no tenía futuro.  Sufría bullying en la escuela y Nallely Sánchez, su madre, se dio cuenta, en una firma de boletas que mientras ella estaba jugando en una casita otros niños la encerraron mientras cantaban “¡Rara, rara!” y golpeaban la casita mientras ella estaba adentro.

Esta niña sufría al grado de no querer ir a la escuela. Así que su madre la llevó a terapia y en poco tiempo, el psiquiatra la diagnosticó con síndrome de Asperger; un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro del autismo y que altera la facultad de interacción social tanto a un nivel hablado como en otras formas de expresión.

El psiquiatra también recomendó que fuera al Centro de Atención al Talento (CEDAT): una escuela de niños genio. En dicho instituto los expertos confirmaron que su IQ, (coeficiente intelectual) es de 162, siendo una niña sobredotada por encima de  Albert Einstein y Stephen Hawking.

En las aulas del CEDAT se enseña a los estudiantes por sus capacidades y no por su edad. Dhara terminó la primaria a los cinco años. A los seis y medio, la secundaria. A los ocho años, concluyó el bachillerato. Ahora estudia dos carreras en línea: Ingeniería Industrial en Matemáticas en la UNITEC e Ingeniería en Sistemas por CNCI.

Como la familia es proveniente de una colonia de bajos recursos en Tláhuac, pagar la mensualidad en el CEDAT es cada vez más complicado. Y como en México no hay centros públicos para alumnos genio y el gobierno de la Ciudad de México retiró las becas para “altas capacidades”, el futuro de esta niña se veía incierto. No obstante, Dhara está rompiendo paradigmas tomando cursos sobre ondas gravitacionales y astronomía en el Instituto de Astronomía de la UNAM.

También está tomando un curso llamado Beautiful Patternsque abarca la construcción de patrones matemáticos y programación, impartido por profesores de la Universidad de Massachusetts; este es un proyecto que corre a cargo del PhD Abel Sánchez, director de investigación y director del Laboratorio Geo-Espacial del MIT.

Hoy en día, desarrolla, junto a un compañero, un brazalete inteligente utilizando moléculas que ayuden a monitorear las emociones de los niños con capacidades especiales, con el fin anticipar y prevenir posibles crisis, así como evitar que lleguen a tener ataques o convulsiones dependiendo de su condición.»

Desde las páginas de El Diario Lationoamericano y en nombre de nuestros asiduos lectores, le hacemos llegar a Dahra nuestras felicitaciones y los mejores deseos de que sus deseos se cumplan, pues la inteligencia tiene que abrirse paso, sin importar la procedencia ni el color de la piel.

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La foto de portada fue tomada del artículo original y es de Juan Vicente Manrique/Infobae