En el artículo que precede a este (titulado ¿Qué es lo Que Menos Gusta a los Estadounidenses Anglos de los Latinos?) ya explicamos que «El Diario Latinoamericano ha estado llevando a cabo una encuesta para saber qué es lo que más molesta a los latinos de los estadounidenses anglos y viceversa.» Y aclaramos varias cosas:
- que no se trata de una investigación científica y rigurosamente documentada, pues para ello tendríamos que haber seleccionado una muestra estadísticamente apropiada,
- que de todas formas, entrevistamos a más de 100 latinos y más de 100 estadounidenses de habla inglesa y logramos obtener unos cuantos factores clave que o bien molestan, o bien no son del todo comprendidos por parte de unos con respecto a los otros; y
- que no debemos absolutizar ni la conducta de un individuo específico ni las características muy particulares de algún estado o región de Estados Unidos.
Entendido esto y armados de una visión global, veamos LO QUE MÁS MOLESTA A NOSOTROS LOS LATINOS DE LOS ESTADOUNIDENSES ANGLOS (sin orden de prioridad alguno, aunque queremos aclarar que aunque «anglos» incluye a los no blancos de habla inglesa, las opiniones recogidas parecían enfocarse más bien en los estadounidenses blancos ):
- Un alto porcentaje de ellos, algunos de forma más abierta y otros de manera más solapada, se creen mejores y pertenecientes a una raza superior (lo que muchos llaman «supremacía blanca«).
- El racismo ancestral que aún persiste en muchos. Mientras que muchos lo han superado, otros tantos, sobre todo en las zonas rurales, no resisten compartir espacios y tiempos con negros, latinos, asiáticos, etc.
- El hecho de que a los blancos estadounidenses les paguen en promedio un 18-25% más que a los latinos por igual trabajo y en igualdad de condiciones.
- La «perdida de memoria de algunos«: se les olvida que ellos, o sus padres, o sus abuelos también fueron inmigrantes un día y que muchos de ellos llegaron a este país sin hablar inglés y no más riqueza que unos pocos harapos.
- El papel preponderante que en esta sociedad se da al dinero, por encima incluso de muchos valores familiares, de la amistad y la lealtad, aunque no lo quieran reconocer.
- Algunos hablan el inglés muy rápido y usan slang o modismos para que los latinos que estamos presentes, aún si hablamos el idioma, no podamos entender.
- La obsesión, y en muchos casos, aberración estúpida con las armas de fuego (que tanta muerte y dolor provocan) y una Segunda Enmienda que ya perdió todo el sentido, pero la siguen invocando.
- El extraordinario sentido del individualismo. Para muchos de ellos es «yo» y «primero yo» y siempre están tratando de competir unos con otros.
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- En no pocos casos son bastante hipócritas y si te tienen que decir algo no son directos y evitan tener que hacerlo de frente. A menos que sean tus jefes y entonces tratan de aplastarte.
- Su casi generalizado sentido del «sarcasmo«: con frecuencia cuesta trabajo entender donde comienza y dónde termina lo sarcástico de una frase.
- Lo «formales» que son o pretenden ser en algunos casos, sin darse cuenta que se vive una sola vez y hay que ponerle alegría y sabor a la vida.
- Lo poco comunicativos que son como vecinos: puedes pasar la vida entera viviendo en un barrio y no conocer y/o saber nada del vecino de enfrente o de al lado.
- E igualmente en el caso de los vecinos, si les molesta que pongas la música alta, o que tu hijo lance una pelota y aterrice en su patio, etc., en vez de decírtelo de frente y resolver el tema, ellos llaman a la policía y nunca te enteras de quien lo hizo.
- Lo poco que respetan a las parejas (hombres y mujeres) de los amigos e incluso de la familia. Parece que su sentido de «competir» siempre también se extiende a esta faceta.
- Que algunos de ellos nos sigan considerando, o llamando a todos «mexicanos«, pues por mucho que admiremos y queramos a nuestros hermanos de México, cada uno de nosotros proviene de países muy diferentes, aunque casi todos hablemos el mismo idioma.
- Su obsesión con lo «políticamente correcto«, o sea, al negro no le puedes llamar negro porque es una ofensa mortal; a las personas con capacidades diferentes ya no sabes como llamarles y que resulte correcto, y a los que no son heterosexuales les llaman de tantas formas diferentes que tuvieron que poner un «signo más» al final pues de lo contrario la palabra sería infinita: LGBTQ+.
- Y otras que tuvieron menos ocurrencia en la encuesta y decidimos no incorporarlas.
Por nuestra parte, admiramos de los anglosajones su persistencia y tenacidad; su alta competitividad (cuando no se convierte en algo extremo), el valor que confieren a sus símbolos patrios, el orgullo que sienten de pertenecer a su país y su cultura y los avances económicos y científicos que han logrado.
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Si aún no lo has leído, te recomendamos: ¿Qué es lo Que Menos Gusta a los Estadounidenses Anglos de los Latinos?)